Gracias a este pobre caballo esa persona puede trabajar, pero si así cuida a su elemento de trabajo, no quiero saber como cuida a los suyos.
Que inconsciencia reinante hay en este país, acaso cuesta tanto cuidar a los animales?
Francesca Crossa les atiende gratis a personas sin recursos para que sus animales se encuentren en buen estado y aun así tenemos que ver esta clase de escenas.
Un lugar donde tal vez lo correcto no sea lo adecuado. Donde lo inimaginable tiene cuestionamiento. Y lo improbable sea probable.
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