Pienso en todos esos momentos donde me sentí de la manera como te estás sintiendo vos ahora, no sabía qué hacer, para donde ir, ni con quien hablar, miraba a mi alrededor y solo veía la inmensidad de la nada rodeándome y cubriéndome con su manto de oscuridad.
Era como un pozo, volviéndose más y más profundo cada vez que respiraba, cerraba con fuerzas los ojos hasta que me dolieran, pero no era eso lo que me hacia doler, si no, las lágrimas que brotaban sin cesar de ellos; tenía pánico, no podía respirar, el pecho me dolía, te necesitaba.
Sabía que estabas en algún lugar y que en algún momento por esas raras cosas de la vida te cruzarías en mi camino, hoy lo hiciste, llegaste a mi, me estas leyendo y te quiero dar las gracias, gracias por haber entrado a mi vida, gracias por leerme por intentar ser parte de mi vida.
No tengo una vida tal vez divertida ni tampoco trágica, solo es una vida que quiere y cree que merece la pena ser compartida, no estas solo y ahora yo tampoco, tu dolor muchas veces también será mío, lo superaremos porque nos tenemos el uno al otro, mientras me lees espero que puedas sentir como mis palabras te dan un abrazo de aliento y buscan consolarte para que esa soledad no sea más tu enemiga, sino más bien, se transforme en tu momento de lucidez para poder afrontar esas duras batallas de la vida.
Ríe, canta, llora y grita, de ser necesario, tu locura es una inmensa sanidad en medio de todos aquellos seres egoístas que te rodean, que buscan solo su bienestar y no logran (o mejor dicho, no quieren saber qué te sucede) sos normal, solo que necesitas un poco de aire para poder ser vos.
No importa lo que los demás digan, yo te conozco y sé como eres, basta de tanta asfixia, el dolor es normal, la tristeza también siempre y cuando nos tengamos para ofrecernos el hombro mutuamente.
Siempre voy a estar para vos, no importa que suceda, siempre estaré ahí y trataré en lo posible de no defraudarte, vos estarías también para mi?
